Hasta allá se llega por la carretera fronteriza del sur, a 95 kilómetros de Comitán, cuando mucho una hora y media de camino, en coche.
Llegar a ese paraíso terrenal incluye también el derecho de admirar los altísimos árboles de caoba, cedro, ceibo, zapote, palo quemado, donde el paseante con suerte puede también apreciar a un venado, tepezcuintle, jabalí, coche tamborero, armadillo, tigrillo, tejón, iguanas y garrobos, o aves exóticas como los loros, gavilanes, tucanes, entre otros.
En un clima cálido húmedo, a unos cinco kilómetros río abajo de las Cascadas de Nuevo San Juan Chamula, en el mismísimo Río Santo Domingo: multicolor, bello.
Diversidad de Islas y colores…
Al arribar se encuentra una primera playa, extensa, con aguas que llegan a las rodillas, y cruzando éstas el paseante arriba a la primera isla, recientemente bautizada con el nombre de Isla Recreativa, llamada así por sus múltiples balnearios naturales, de distintos tamaños, profundidades y colores.
La Isla Recreativa no es muy grande, sus extensiones son de aproximadamente 50 metros de largo por 15 de ancho, en promedio, pero de exuberante vegetación tropical, con espacios sombreados propios para hamaqueros.
Cruzando este pequeño islote y atravesando puentes de madera o saltando de piedra en piedra se arriba a la Isla de las Palmas o Ramush, con una hectárea de tierra firme, rodeado igualmente de una gran cantidad de balnearios y playas para nadar, echarse el clavado o pescar con el anzuelo. Toma su nombre de la gran cantidad de palmas o ramush, dicho en tzotzil.
En seguida el turista tiene la opción de adentrarse a una isla igualmente bella, conocida con el nombre de la Isla de los Patos, por la gran cantidad de patos de agua que ahí se encuentran, de una extensión de 100 metros de largo por 40 de ancho, aproximadamente.
Mientras fotografía a los patos o continúa con los chapuzones, el turista puede cruzar hacia el otro islote, con una extensión de dos hectáreas aproximadamente y 200 metros de ancho, bautizado por las autoridades como la Isla del Ceibo, de unos 50 metros de alto.
La siguiente isla se llama Castillo Tiellemans, en honor al nombre del ejido con el que colinda este islote, donde precisamente aparece la línea divisoria entre los municipios de Las Margaritas y La Trinitaria, famosa ésta por su gran cantidad de atractivos turísticos naturales.
Ya para finalizar el recorrido se accede a la Isla El Encanto, que, al igual que los otros, tiene en su interior gran cantidad de árboles frutales como el zapote, la anona, el chicozapote, el de la aromática pimienta, las hermosas flor pajalmomol y el concón, sus miles de mariposas, los caminitos de la hormiga arriera, las chicharras, entre otros.
Diversidad de Islas y colores…
Al arribar se encuentra una primera playa, extensa, con aguas que llegan a las rodillas, y cruzando éstas el paseante arriba a la primera isla, recientemente bautizada con el nombre de Isla Recreativa, llamada así por sus múltiples balnearios naturales, de distintos tamaños, profundidades y colores.
La Isla Recreativa no es muy grande, sus extensiones son de aproximadamente 50 metros de largo por 15 de ancho, en promedio, pero de exuberante vegetación tropical, con espacios sombreados propios para hamaqueros.
Cruzando este pequeño islote y atravesando puentes de madera o saltando de piedra en piedra se arriba a la Isla de las Palmas o Ramush, con una hectárea de tierra firme, rodeado igualmente de una gran cantidad de balnearios y playas para nadar, echarse el clavado o pescar con el anzuelo. Toma su nombre de la gran cantidad de palmas o ramush, dicho en tzotzil.
En seguida el turista tiene la opción de adentrarse a una isla igualmente bella, conocida con el nombre de la Isla de los Patos, por la gran cantidad de patos de agua que ahí se encuentran, de una extensión de 100 metros de largo por 40 de ancho, aproximadamente.
Mientras fotografía a los patos o continúa con los chapuzones, el turista puede cruzar hacia el otro islote, con una extensión de dos hectáreas aproximadamente y 200 metros de ancho, bautizado por las autoridades como la Isla del Ceibo, de unos 50 metros de alto.
La siguiente isla se llama Castillo Tiellemans, en honor al nombre del ejido con el que colinda este islote, donde precisamente aparece la línea divisoria entre los municipios de Las Margaritas y La Trinitaria, famosa ésta por su gran cantidad de atractivos turísticos naturales.
Ya para finalizar el recorrido se accede a la Isla El Encanto, que, al igual que los otros, tiene en su interior gran cantidad de árboles frutales como el zapote, la anona, el chicozapote, el de la aromática pimienta, las hermosas flor pajalmomol y el concón, sus miles de mariposas, los caminitos de la hormiga arriera, las chicharras, entre otros.
Volver a tierra firme…
Para llegar a tierra firme, al estacionamiento, se tiene que cruzar sobre un profundo y azulado gajo del río, sobre un puente de madera, hecho con trozos de árboles y bejucos, caminando medio kilómetro por la ribera del río con sus cuevas de armadillo y hoyos de tuzas, que se cuentan en cientos.
Después del largo recorrido por las seis islas de Nuevo San Juan Chamula el turista puede disfrutar de los cientos de balnearios, pozas, remansos, playas.
Un paraíso prometido por Dios…
La temperatura del agua es ideal, soñada. Lo mismo puede disfrutarla un bebé o un anciano, sin riesgos de ningún tipo.
Sumergirse ahí, cual sirena o tritón, es un buen remedio para el estrés. Hay quien dice que cura de cualquier enfermedad.
Pero basta con sentir el paraíso prometido por Dios, con su Eva el varón, o con su Adán ella, y la prole si ya son muchos los hijos de ambos.
Después de largas horas de varios chapuzones, cuando la piel de los dedos de manos y pies se ha arrugado, salir a los arenales resulta a gloria.
Y, en familia o entre cuates, hacer la fogata es igualmente emocionante, con las convenientes medidas preventivas para evitar incendios, por supuesto.
A los pocos minutos ya la comida estará lista, incluyendo un buen caldo de pescado.